jueves, 15 de abril de 2021

El telescopio y el astrolabio: ¿ciencia frente a tecnología?

 

El astrolabio es un instrumento astronómico conocido desde la época helenística y que se perfeccionó en el ámbito de la ciencia islámica. Está formado por un disco denominado ‘madre’ que funciona como armazón y tiene dos caras, la faz y el dorso. Sobre la parte de la faz se encajan las ‘láminas’ o ‘tímpanos’, que son unas placas grabadas a modo de tablas de coordenadas y se cambian según la latitud. Encima de las láminas se coloca la ‘araña’, un disco perforado que representa el mapa celeste y cuyas puntas indican la posición de las estrellas. En el dorso del astrolabio encontramos la ‘alidada’, una regleta metálica giratoria usada para calcular la altura de los objetos celestes. El conjunto se remata con una anilla destinada a colgar el astrolabio para su uso.

El borde y el dorso de la madre de un astrolabio llevan grabados una gran cantidad de datos, como distintas escalas y graduaciones, que dan una idea de la amplia variedad de fines para los que se utilizó, desde la realización de mediciones astronómicas para facilitar la navegación o elaborar mapas a la determinación de la hora del día con el fin de articular los ritos religiosos. Aunque ya se encontraban en el mundo griego, su mejora y generalización se los debemos a la ciencia islámica gracias a la contribución de astrónomos como al-Khwārizmī, a quien se atribuye la construcción del primer astrolabio árabe, Maslama de Madrid, ibn Said o Azarquiel, que en el siglo XI diseñó una lámina única para todas las latitudes, un importante avance de gran utilidad para la navegación. De hecho, el astrolabio fue el principal instrumento usado para la navegación marítima hasta la invención del sextante a mediados del siglo XVIII.

Despiece de un astrolabio. Foto en el dominio público. Fuente


El telescopio es un instrumento de observación astronómica mucho más moderno: el primero conocido data de 1608 y fue obra del fabricante de lentes holandés Hans Lippershey. Se trataba de un telescopio refractor, con una lente convergente y otra divergente, de diseño muy sencillo, pero que le sirvió a Galileo para hacer descubrimientos tan importantes en la época como los satélites de Júpiter. Otros astrónomos, entre los que destacan Kepler y Cassinni, siguieron mejorando este modelo, que probablemente es deudor de los trabajos sobre óptica que hizo en el siglo X otro científico islámico, Alhacén. Sin embargo, quien consiguió un salto cualitativo para este instrumento fue Newton, que diseñó el primer telescopio reflector, con espejos en lugar de lentes, lo que evitaba la aberración cromática. Desde entonces hasta hoy, el telescopio ha experimentado una evolución espectacular en cuanto a sus prestaciones técnicas.

La estrategia más obvia para comparar estos dos instrumentos es equiparar el astrolabio a las tradiciones tecnológicas, tan importantes en el mundo islámico y en la ciencia medieval occidental, y asignar el telescopio al marco de la ciencia teórica. Podemos argumentar que el astrolabio nace como respuesta a una necesidad práctica de ubicarnos en el tiempo y en el espacio, ya fuera para fines religiosos, para saber cuándo plantar las cosechas o para navegar. Desde esta óptica, es fácil inferir que el uso del astrolabio, en principio más humilde que el telescopio, habría tenido en realidad una mayor influencia en las sociedades de la época, en la vida cotidiana y también en grandes acontecimientos como las exploraciones marítimas, que conllevaron enormes consecuencias sociales, económicas, políticas o científicas.

Si continuamos con este planteamiento, situaríamos el telescopio en el ámbito de la astronomía como búsqueda de una cosmografía, una idea filosófica vinculada a una visión del mundo. En este contexto, la disputas sobre el heliocentrismo y el geocentrismo o, más recientemente, sobre el tamaño del universo, la composición de las estrellas o el Big Bang podrían parecer triviales para la vida diaria de una sociedad.

Sin embargo, las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad son tan intrincadas que es muy difícil deslindarlas o valorarlas por separado. Aunque sea un instrumento práctico, el astrolabio es una herramienta basada en las matemáticas y la astronomía, es decir, se apoya en el conocimiento teórico y, a su vez, nutre ese saber teórico con observaciones prácticas. Su influencia más tangible en la sociedad puede adivinarse en el plano cotidiano, pero sus usos en la navegación también supusieron cambios de calado filosófico o político: por ejemplo, la llegada de los europeos a América abrió las puertas a un mundo lleno de novedades que, sin duda, transformó las sociedades coloniales y pudo contribuir al desarrollo de la ciencia europea durante la denominada revolución científica.

Del mismo modo, los avances logrados gracias al telescopio y esas ideas sobre distintas cosmografías, que a primera vista parecen fútiles, repercutieron en las sociedades de la época, las ideas religiosas y hasta las luchas entre países. Podemos pensar también en otras consecuencias prácticas de ese conocimiento teórico, en las observaciones de Galileo y Kepler que dieron pie a la ley de la gravitación universal de Newton o en todo lo que le siguió, con sus consiguientes efectos sociales, económicos y políticos.

Los vínculos entre ciencia, tecnología y sociedad son múltiples y funcionan en todas las direcciones, por lo que sería muy difícil intentar conocer uno de ellos sin tener en cuenta los otros dos o valorar la influencia de uno en otro sin considerar el tercero.

 

  


Referencias

Cuevas, S.; Sánchez, B.;   (2009) «El telescopio y su historia». Ciencias. Revista de difusión de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, n.º 95, pp. 28-31

González Marrero, J. A.; Medina Hernández, C. (2009) «Técnicas astronómicas de orientación e instrumentos náuticos en la navegación medieval» Fortunatae: Revista canaria de Filología, Cultura y Humanidades Clásicas, n.º 20, pp. 17-30

Martín Moreno, E. (2016) «La transmisión del saber clásico. Astrolabio andalusí de Ibn Said». Madrid: Museo Arqueológico Nacional

Teso Vilar, E. (2009) «Historia de la astronomía a través de los instrumentos de observación». 100cias@uned, n.º 2 (nueva época), pp. 149-162

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