La NASA tiene un sitio web dedicado al cambio climático en
el que presenta información científica sobre sus causas, consecuencias y
posibles soluciones. En el apartado de las causas aparece esta imagen:
Este gráfico cumple la función de transmitir visualmente un
mensaje claro a partir de datos: desde mediados de los años sesenta se constata
una clara tendencia al alza de la temperatura global de la Tierra; sin embargo,
durante ese periodo, la irradiancia solar se mantiene relativamente estable,
con pequeñas fluctuaciones. Es decir, no existe una correlación entre ambas. Aunque
la ausencia de correlación no implica la ausencia de causalidad, sí que es una
de las líneas de evidencia que, como explica el texto, permiten demostrar que
el calentamiento climático no se debe a la acción del sol. De hecho, este mismo
gráfico aparece con otro diseño en el sitio web Skeptical Science, en el que se desmontan con datos científicos los argumentos más
comunes del negacionismo del cambio climático, como este de la acción del sol.
En cuanto a la presentación de los datos, el gráfico es relativamente
claro, específico y cita las fuentes, aunque considero que hay aspectos
mejorables en las leyendas. En el lado izquierdo del eje y debería
especificarse que la unidad de la irradiancia solar es W/m2 (en la
versión en inglés sí que se
indica). En el lado derecho del eje y sucede lo contrario, se indican
las unidades, pero no la magnitud de la que se trata: la variación de la
temperatura global. Además, sería de agradecer que se entendiera a primera
vista por qué la elección del periodo de 11 años para la línea del promedio ya
que, sin más información, podría parecer algo aleatorio y, quizás, elegido
precisamente para manipular de alguna forma el efecto visual. Esos 11 años
tienen su lógica, es la duración de los ciclos solares, y se
podría indicar en la leyenda fácilmente cambiando «Promedio de 11 años» por
«Promedio por ciclo solar (11 años)».
Un último comentario sobre este gráfico, totalmente
subjetivo y relacionado con el ámbito comunicativo, es la elección de colores
(véase la diferencia entre este gráfico y el de Skeptical Science): creo que el uso del rojo para el aumento de temperatura y el
amarillo para la irradiación solar refuerzan el mensaje (al menos en el ámbito
occidental, habría que comprobar si en otras culturas también se identifica el
amarillo con el sol y el rojo con el calor).
Aquí tenemos otro gráfico totalmente distinto publicado en
el periódico El País. Es un gráfico de barras que concentra una gran cantidad de
información en poco espacio, presenta leyendas claras y cita la fuente de los
datos, la OCDE. A primera vista, parece que se entiende fácilmente y que no hay margen para
ningún tipo de manipulación. Sin embargo, si analizamos un poco más, el uso de los puntos rojos y azules sí que podría prestarse a confusión. Tomemos como ejemplo Luxemburgo: ¿la gráfica quiere decir que en primaria se gastan unos 18 000 dólares por alumno, en secundaria 20 000 y en la universidad unos 41 000, lo que haría un total de unos 79 000 para todo el ciclo educativo? ¿O que el gasto por alumno total es de 41 000 euros, de los que 18 000 corresponden a primaria, unos 2000 a la secundaria y los 21 000 restantes a la universidad? Dado que en países como Dinamarca o Islandia el punto rojo de la secundaria aparece antes, la interpretación correcta debe ser la primera, aunque habría quedado mucho más claro colocando tres barras distintas por país, una para cada etapa educativa.
Para acabar, dejo aquí un divertido vídeo de Iñaki Ucar en el que repasa los «fenotipos de hacedores de malas gráficas».
Iñaki es un buen amigo, fue alumno mío, fijate...
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