martes, 8 de diciembre de 2020

Introducción a la historia de la ciencia. Tarea 5.1

Os propongo que busquéis grabados, cuadros o cualquier otro tipo de imágenes de científicos en la historia y que los comparéis con la iconografía de los santos y los místicos. O, si preferís, pueden ser representaciones de “situaciones científicas”, como los famosos cuadros de Joseph Wright sobre la bomba de vacío o el movimiento de los planetas.

 

La representación de la ciencia —y de la técnica, la religión o cualquier otro tema— en el arte variará en función de la visión del mundo que domine en cada época y sociedad. Cada artista refleja en sus obras unos valores y una estética propios, enmarcados en una cultura y un contexto específicos, y decide qué plasmar y cómo, ya sean imágenes contemporáneas o escenas del pasado. Por tanto, encontraremos representaciones científicas asociadas a ideas religiosas, retratos de científicos que recuerdan a imágenes de santos y otras obras totalmente desvinculadas de cualquier misticismo, según quién haya creado la obra, cuándo, dónde y por qué. En este ejercicio me limitaré a recopilar ejemplos de cuadros y grabados de artistas europeos por falta de conocimiento de otras tradiciones científicas y artísticas. Todas las imágenes incluyen la fecha de creación de la obra para poder contextualizar la interpretación.

La historia de la ciencia, como la de la religión, tiene sus mártires, como Hipatia de Alejandría o Miguel Servet. Aquí tenemos dos imágenes sobre ellos, ambas del siglo XIX, que presentan claras similitudes con otras de santos y figuras religiosas: el grabado de la muchedumbre arrastrando a Hipatia recuerda a las representaciones del camino al Calvario de Cristo y la hoguera en la que arde Servet podría ser la de Juana de Arco, aunque en este caso la cruz está fuera de las llamas. La estatua dedicada a Servet (siglo XX), en la que aparece con  la mirada perdida y las manos juntas casi en postura de oración, incide en la misma idea de mártir doliente.

Muerte de la filósofa Hipatia. Dibujo del libro Vies des Savants Illustres del siglo XIX. Sheila Terry. Science Photo Library 


Miguel Servet en la hoguera. Grabado publicado en la revista L'Illustrazione Italiana en 1882

Estatua dedicada a Servet en la localidad francesa de Annemasse. Esculpida por Clotilde Roch en 1908


Encontramos también representaciones de científicos que eran además religiosos, como el matemático Luca Pacioli, retratado en este cuadro con su hábito de fraile y la mesa cubierta de diversas herramientas matemáticas. Es una obra pintada, probablemente, en vida de Pacioli (s. XV-XVI), que se limita a plasmar una realidad en la que ciencia y religión se mezclan.

Retrato de Luca Pacioli. Atribuido a Jacopo de' Barbari. c. 1500


Uno de los ejemplos clásicos de cuadros sobre temas científicos es la famosa Lección de anatomía de Rembrandt (s. XVII), en el que podríamos entrever códigos de la iconografía religiosa. El doctor Tulp, destacado con un sombrero, instruye a otros colegas, con la mano derecha levantada en un gesto que evoca al de las figuras religiosas predicando entre sus discípulos. Sin embargo, el lugar central lo ocupa el cadáver y la luz se dirige al objeto de estudio, a la disección, lo que da pie a interpretar la escena como una forma de divulgar los avances científicos de la época.

La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. Rembrandt. 1632


Podríamos encontrar similitudes entre este cuadro de Rembrandt y este otro de Sorolla (finales del s. XIX):

El doctor Simarro en el laboratorio. Joaquín Sorolla. 1897


Una lección más: la de Galileo explicando sus teorías a un fraile en la Universidad de Padua (s. XIX). Galileo, de mayor edad que el fraile y vestido con una túnica más rica, alecciona al religioso, con una mano sobre un orbe terráqueo y otra en ese gesto con el dedo levantado, casi como un pantocrátor. En esta ocasión, la ciencia parece estar por encima de la religión, a pesar de estar sentada.


Galileo demostrando las nuevas teorías astronómicas en la Universidad de Padua. Félix Parra. 1873


Vermeer pintó dos conocidos cuadros dedicados a la ciencia: El astrónomo y El geógrafo (s. XVII). Podría argumentarse que la luz que entra por la ventana es un símbolo de iluminación divina o sabiduría, lo que sumado a las túnicas que visten los personajes podría acercar estas obras a la iconografía religiosa, aunque también podría ser que Vermeer solo estuviera experimentando con la luz en la pintura. De hecho, el flamenco pintó numerosos cuadros situados al lado de una ventana, como La lechera, Muchacha leyendo una carta o Mujer con una jarra de agua, e hizo varios estudios con la cámara oscura. Vermeer plasmó multitud de escenas de la vida cotidiana en interiores, por lo que estos dos cuadros podrían encarnar precisamente la idea opuesta a la del sabio tocado por la divinidad, la de una ciencia con aplicaciones prácticas, quizás más cercana a la visión protestante.

El geógrafo. Vermeer. c. 1668

El astrónomo. Vermeer. c. 1668

A continuación recojo varios ejemplos de representaciones de científicos y científicas en las que no se perciben resonancias religiosas. Sus protagonistas aparecen en su lugar de trabajo o rodeados de sus útiles habituales, con la mirada puesta en el objeto de estudio o en el espectador, algunos incluso sonriendo, puede que como símbolo de la concepción ilustrada de la ciencia como forma de progreso de la humanidad.


Louis Pasteur. Albert Edelfelt. 1885

Émilie du ChâteletMaurice Quentin de La Tour. Siglo XVIII


Maria Sibylla Merian. Jacobus Houbraken. 1717



Mary Anning. Autor desconocido. Antes de 1842

LinneoAleksandr Roslin. 1775

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