En este vídeo,
el astrofísico deGrasse Tyson habla sobre su labor en el ámbito
de la divulgación científica y señala que su función principal es despertar la
curiosidad y «entrenar a la gente para que piense». deGrasse sostiene que esa
capacidad de pensar nos permite tomar decisiones razonadas y nos empodera como
individuos y como sociedad. Esta es precisamente una de las finalidades de la
divulgación científica que Agustín Vivas recoge en su libro Divulgación científica y función social en las universidades, en el que considera la
divulgación como un elemento impulsor del espíritu crítico para «abandonar la pereza y la cobardía en defensa de la razón y la autonomía» (p. 48).
Jimmy
Wales, cofundador de la Wikipedia, coincide con ambos autores en esta entrevista,
en la que afirma que es necesario revisar el sistema educativo tradicional para
que su meta sea «aprender a aprender». Wales aborda el concepto de aprendizaje a
lo largo de la vida y de educación informal, que puede adoptar múltiples
formas, desde cursos gratuitos en línea a programas de radio, y nos enriquece
para convertirnos en mejores ciudadanos, personas con capacidad para juzgar,
hacer análisis críticos y valorar la veracidad de la enorme cantidad de
información que recibimos a diario.
Estas
estrategias de educación informal tienen cada vez más importancia y suponen la
mayor parte del conocimiento científico que adquirimos a lo largo de la vida,
además de suscitar el interés de los jóvenes y despertar vocaciones
científicas, como demuestra este estudio
de 2015 de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
En mi
opinión, esa es la función primordial no solo de la divulgación científica, sino
de la educación y el conocimiento en general: dotarnos de la capacidad de reflexionar y analizar para que otros no lo hagan en nuestro nombre, para ser «más libres y
menos manipulables», como tan dice Eduardo Saénz de Cabezón en esta magnífica charla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario