Este blog no es más que un cuaderno para entregar tareas de
clase. De hecho, crearlo ha sido la primera de esas tareas. La parte técnica la
solventé sin ninguna pretensión gracias a un par de tutoriales, pero ponerle
nombre costó mucho más. Le di vueltas durante días mientras repasaba las
asignaturas del programa: comunicación científica, ciencia cotidiana, historia
de la ciencia, ciencia y literatura… Verne. Así encontré lo que buscaba en el
mapa de La isla misteriosa; ahí estaba el arroyo de la Glicerina.
La relación entre Verne, la glicerina y la isla la explica
muy bien Francisco Rodríguez en su blog Fitopasión, en la entrada «Un mar de Verne: La isla misteriosa»
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