viernes, 24 de diciembre de 2021

Tipos de alimentos según el Código Alimentario Español

 

¿Qué comemos hoy?

Superalimentos, alimentos enriquecidos, alimentos saludables que ayudan a tus defensas… Cada vez somos más conscientes de la necesidad de llevar una buena alimentación, pero al entrar en el supermercado nos encontramos con una selva de declaraciones nutricionales y eslóganes publicitarios que dificultan la tarea. No siempre es fácil distinguir la información fidedigna de los reclamos fruto de estrategias de marketing, pero podemos empezar por ver qué dice la legislación para tener una idea más clara y poder tomar decisiones basadas en datos.

 

¿Qué tipos de alimentos existen?

Estas son las categorías de alimentos que recoge y define el Código Alimentario Español:

1.   Alimentos fundamentales: en este apartado encontramos alimentos como la leche, el pan o los huevos, que se cuentan entre los más consumidos de forma habitual en España.

2.  Alimentos perecederos: por ejemplo, los yogures y el pescado, que requieren refrigeración para su transporte y almacenamiento.

3.   Alimentos impropios: esta categoría no es fija y evoluciona a medida que incorporamos nuevos alimentos a nuestros hábitos alimentarios. En España, hasta hace unos años se consideraban impropios alimentos habituales en otras culturas, como las algas o ciertos insectos, pero el hecho de contar ya con autorización para su comercialización los ha sacado de este grupo. Ahora podríamos citar como ejemplos de alimentos impropios el queso italiano marzu o el famoso pez globo japonés.

4.   Alimentos adulterados: entre los alimentos susceptibles de entrar en este apartado podemos citar el aceite de oliva o la miel, de coste relativamente alto, que se pueden adulterar mediante la mezcla con aceites de menor calidad y más baratos o, en el caso de la miel, con jarabes.

5.    Alimentos falsificados: en este caso hablamos de productos con los que se intenta engañar al consumidor haciéndolos pasar por algo que no son, como ciertas variedades de pescados y mariscos que se presentan como otros de calidad y precio superior, lo que sucede, por ejemplo, con el bacalao o las almejas. También se pueden falsificar denominaciones de origen de productos como vinos, quesos y aceites o etiquetas de certificación ecológica.

6.   Alimentos alterados: pueden ser, por ejemplo, unos plátanos demasiado maduros o una caja de galletas en la que todas las galletas están rotas debido a golpes durante el transporte.

7.  Alimentos contaminados: algunas de las intoxicaciones alimentarias más frecuentes las provocan alimentos como la mayonesa, los huevos o las conservas caseras en mal estado. En este apartado habría que destacar el agua no potable, susceptible de estar contaminada, que provoca gran cantidad de enfermedades en todo el mundo.

8.    Alimentos nocivos: en esta categoría entrarían productos como el alcohol para la población en general o los embutidos y quesos sin pasteurizar para las embarazadas.

 

Aunque las decisiones en materia de alimentación pueden resultar complejas, siempre es recomendable recurrir a la extensa normativa que regula la industria alimentaria para tener los conceptos claros.

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